Ansiedad: cuando no reconozco mis límites

 

¿Te suena? Cada vez que te metes en alguna cosa que te supera -o que está más allá de tu capacidad real de ese momento- te viene a visitar la emoción de la ansiedad. Sencillamente porque no eres consciente de tus límites personales, estás asumiendo más de la cuenta y no sabes decir no a una situación en la que te costará salir airoso. Pero lo haces. ¿Por qué?

Carlos lo hace por temor a que no cuenten con él. Su necesidad de ser valorado y de que se le reconozca lo convierten en un cantante inconsciente que atenta contra su integridad profesional –no es consciente de su auténtica capacidad de dar. Quizás prefiera hacer “un churro” antes que renunciar al encargo de la boda. ¿Necesidad económica de no perder un contrato u orgullo de aparentar que “yo he de poder con esto, cueste lo que cueste”?.

Aquí es donde te animo a detenerte y darte cuenta de lo que te puede estar pasando en situaciones como ésta. A veces estamos tan deseosos de hacernos valer, de destacar o de que nos llege nuestra oportunidad, que la pifiamos porque no estamos a la altura, y atentamos contra nosotros mismos.

La ansiedad está ahí para avisarte de que estás asumiendo más de la cuenta.

Disimular, aparentar o pasar de tu nivel real de competencia te hará meterte en situaciones de angustia o ansiedad innecesarias. Porque te verás condenado/a a forzarte y a sobrepasar tu propio límite. Evidentemente eres tú quien ha de medir muy bien dónde te metes y si eres capaz de salir al paso, pero piensa en la calidad de lo que haces más que en la cantidad. A veces, un no a tiempo te ahorrará malos tragos y te dará mayor seguridad.

La causa de la ansiedad es la inseguridad y la indecisión.

Cuando tienes que decidir algo y no acabas de hacerlo, ahí está la ansiedad; cuando te preocupa el dar la talla, cuando quisieras dar lo mejor de ti pero dudas que así sea, cuando te preocupa algo de tu futuro. La ansiedad crece con pensamientos muy ambiciosos –querer estar a la altura de las circunstancias cuando, por otra parte, sentimos que no es así.

¿Por qué Carlos llega al límite de no reconocer que tiene dificultades en interpretar los temas? Posiblemente porque niega que se siente inseguro o quiere aparentar que domina algo que “se supone” debería saber pero no sabe -inseguridad y algo de prepotencia. Por lo tanto, la causa de su agobio es su inseguridad no reconocida o inconsciente. En el fondo, el rechazo que teme de los demás por no dar la talla, ya se lo está infligiendo él mismo. No se acepta como es, con sus capacidades actuales y se convierte en su peor verdugo forzándose a hacer algo que le sobrepasa. De no ser así se respetaría en sus limitaciones, y no se presionaría porque sentiría que no tiene que demostrarse nada, ahorrándose su ansiedad.

Claves para el manejo de la ansiedad y el agobio:

  1. Reconoce sin vergüenza la inseguridad de fondo, la indecisión o la confusión que tengas.
  2. Expresa las propias dudas aún a riesgo de creer que perderás una oportunidad.
  3. Respétate a ti. Sólo así harás un trabajo de calidad. Conoce tus límites y háblalos sin miedo.
  4. El aspecto básico a trabajar para los ansiosos es la intención. Intención quiere decir ser coherente con tus propias metas y poner en marcha todos tus recursos para lograrlas.