Adolescentes, padres y maltrato

Lleva sucediendo hace tiempo. Nosotros ya lo anticipamos en el año 2005, y ahora las alarmas han saltado. Se ha extendido el maltrato de los adolescentes a sus progenitores. Podemos enumerar muchas causas sociales, pero lo importante son las causas emocionales y ver cómo podemos pasar a la acción.

Causas sociales:

  • Estamos en una sociedad hedonista que prioriza el placer y el logro inmediato.
  • Sucede especialmente en las clases medias y altas.
  • Jóvenes que son testigos de malos tratos, incluso son maltratados por los padres.
  • La situación económica actual favorece esta situación.

Causas emocionales:

  • Sentimiento de culpa de los padres por no dedicarles más tiempo o por separarse.
  • Padres dependientes que entienden que para conseguir el cariño incondicional de sus hijos deben darles todo (lo material).
  • Padres “vendidos”, que tenemos una necesidad absoluta de aprobación de nuestros hijos. “Si se enfada, dejará de quererme”.
  • Creencia de que permitir es mejor que ser autoritario: “tengo que tratar mejor a mis hijos que me trataron a mí”.
  • Creencia en que no hace falta educar y es suficiente con “dar”.
  • Tenemos que dar a nuestros hijos lo mismo que tienen sus amigos.
  • Pérdida de valores morales en los padres, desencanto y veneración al consumo.
  • Creencia en que cuando las cosas se complican, podemos hacerles entra en razón dándoles explicaciones.

¿De qué no nos damos cuenta los padres?

  • Hemos exportado nuestra escala de valores (materialista) a nuestros hijos.
  • No hemos educado, sólo hemos consentido.
  • No somos capaces de soltar y permitir que vivan su propia experiencia. No permitimos que lleguen a sentirse desprotegidos y asuman la responsabilidad de su vida.
  • Somos reforzadores de su conducta agresiva. Nos dejamos chantajear emocionalmente. Queremos evitar que sufran las consecuencias de su propia conducta.
  • No vemos que un padre que se siente víctima es una provocación para su hijo y un soporte.
  • No sabemos ponerles límites. Hemos pasado del autoritarismo a la permisividad absoluta.

¿Qué han aprendido los adolescentes?

  • El consumo da la felicidad. Todo se puede conseguir en muy poco tiempo.
  • Estudiar sólo sirve tener un trabajo donde se gane dinero.
  • Todo me lo dan hecho, para qué molestarme y esforzarme.
  • Ausencia de empatía. Sólo existo yo.
  • Valgo según lo que tengo y lo que puedo pagar con dinero: vacaciones, lo último en tecnología, ropa cara, etc.
  • Soy menos que los demás si no puedo tener lo mismo.
  • Mis padres son los proveedores de todos mis caprichos. Es su obligación pagármelo todo.

¿Qué puedes hacer como padre o madre?

  • Mira hacia dentro, en lugar de buscar las causas y las soluciones fuera.
  • Padre o madre, plantéate como persona qué es lo que tú mismo valoras, revisa tus principios y se coherente con ellos.
  • Acepta que lo que valora tu hija es fruto de tu educación, y traspasa tu culpa construyendo un plan de acción.
  • Revisa tu propósito de vida. Lo que necesitas para sentirte satisfecho y lo que puedes hacer como padre o madre en cuanto a la educación de tu hijo. Define tu propio modelo de educación.
  • Pon límites. No castigues, en su lugar, emplaza a tu hijo a hacerse cargo de lo que ha hecho.
  • Enséñale a ser responsable y a tomar decisiones, haciéndole saber que tiene tu apoyo.
  • Date cuenta que no basta con racionalizar lo que ha hecho. Habrá que trabajar su sombra para que pueda reconocer los verdaderos motivos personales que le lleva a maltratar.
  • Descubre tu autoridad moral, basada en tu capacidad de influencia en tu hijo. En la credibilidad y el reconocimiento, y no en el poder.
  • Pide ayuda antes de que cualquiera de las partes recurra al maltrato (orientación familiar, terapia).