CULPA: la emoción oculta

¿Por qué necesito justificarme ante mis compañeros de trabajo después de haber estado enfermo y de baja una semana?. Porque me siento culpable. ¿Qué sentido tiene sentirme culpable cuando en realidad estaba enfermo?.

Puede que me preocupe tanto que mis compañeros piensen que estoy exagerando mi enfermedad (imagen), que no me permito ponerme enfermo y me castigo por ello, sintiéndome culpable. Si no me importara tanto la imagen de honestidad que quiero transmitir, aunque sospechara que mis compañeros pueden pensar que estoy exagerando mi enfermedad, no me sentiría culpable, e incluso podría comentarlo con ellos: “Supongo que habréis pensado que tengo mucho cara por estar una semana sin trabajar”. Date cuenta que el hecho de verbalizar, te ayuda a ser consciente de  tu culpa y además proporcionas a los otros la oportunidad de hacer consciente su rabia o su envidia por tu baja.

La culpa es la emoción más escurridiza, está detrás de muchas situaciones, y se esconde muy hábilmente mostrando diferentes caras:

  •  Es esa sensación sutil de malestar que sentimos cuando estamos postergando algo y no lo queremos reconocer.
  • Como sucede en este caso, también está detrás de esas cosas que a veces no somos capaces de explicarnos. Mi sentimiento de culpa por estar de baja me está contando lo vendido que estoy frente a la opinión de los demás, hasta el punto de que es más importante para mí lo que ellos piensen que mi propia verdad: he estado enfermo.
  • Cada vez que pienses que deberías hacer esto o aquello,  mira a ver de qué te estás sintiendo culpable. Date cuenta que todo lo que te pesa no haber hecho o dicho, se queda ahí en forma de culpa oculta que condicionará muchas de tus decisiones futuras, porque la culpa sobre todo funciona con el pasado.
  • Además, la culpa es la emoción que forma parte de cualquier proceso de cambio personal. Si decides atender tus necesidades, vendrá la culpa para contarte que eres un egoísta, y que solo piensas en ti.

¿Qué puedes hacer con tu sentimiento de culpa? Siéntela, obsérvala, no huyas, porque te perseguirá como las avispas al mover los brazos, y al final te picará, y te parará en tu intento. Atiéndela para ver si hay algo que puedes hacer si es que tus actos han tenido consecuencias (pedir perdón, hacer algo a cambio, compensar un malentendido), pero cuando creas que ya le has dado el protagonismo suficiente… cambia la imagen que se tiene de ti, exponiéndote a que los demás te critiquen.

Integrar tu culpa es desapegarte de la aprobación de los demás y dejar de complacerles. Con ello encontrarás la energía que te lleva a seguir adelante con tu propósito.