Año 2005 Colección Emociónate

Estos fueron nuestros argumentos en el año 2005, de cara a la publicación de la colección Emociónate:

Desde hace unos años, la mayoría de padres, con la mejor voluntad, nos empeñamos en proporcionarles a nuestros hijos un entorno mejor que en el que nosotros nos criamos. Tenemos el firme propósito de que no les falte de nada, queremos ofrecerles todo lo que tienen los demás y todo lo que piden, incluso antes de que se les ocurra hacerlo. Con miedo a ser autoritarios, estamos muy pendientes de ser permisivos y tolerantes y de asegurarnos que sean los mejores en todo.

Pero tenemos que admitir que las cosas no han salido como esperábamos, y muchos de nosotros empezamos a preguntarnos qué hemos hecho mal. Aunque lo cierto, es que no todo es culpa nuestra, el contexto social que nos ha tocado vivir no ayuda en nada a lograr una educación adecuada para los niños y los adolescentes de hoy. Cambios sociales como: la realidad de las madres trabajadoras, el cuidado de los niños por personal ajeno a la familia, la televisión como niñera, separaciones conyugales, violencia familiar, consumismo, etc., sin duda están contribuyendo a una situación generalizada de descontrol emocional.

Como dice Daniel Goleman, vivimos en la era de la torpeza emocional, donde no nos sirve de nada tener un coeficiente de inteligencia elevado, si luego no sabemos resolver nuestros problemas cotidianos de convivencia para sentirnos satisfechos. A diario somos testigos de accesos desmedidos de violencia por parte de adolescentes y adultos, que no demuestran más que nuestra incapacidad para hacer frente a nuestras emociones y decidir libremente nuestras acciones.

Hoy en día está demostrado que nuestro destino no depende únicamente de nuestra herencia genética. Los circuitos cerebrales que se establecen cuando somos niños en el ámbito familiar y escolar, son los que realmente configuran nuestro carácter y nuestro destino. La infancia y la adolescencia, son por tanto el momento idóneo para crear hábitos emocionales saludables que gobiernen nuestra vida.

Ahora la pregunta es: ¿cómo podemos crear estos hábitos en los niños?. Cada vez somos más los padres, educadores y psicólogos que estamos convencidos de que es posible poner al alcance de las nuevas generaciones un conjunto de habilidades que constituyen lo que desde hace un tiempo se viene llamando Inteligencia Emocional. Estas capacidades van a lograr que los niños adquieran unos hábitos emocionales que les permitan tomar las riendas de sus impulsos, comprender los sentimientos de sus semejantes y en definitiva mejorar sus relaciones y llevar una vida más satisfactoria.

Conscientes de cual es el entorno en el que las nuevas generaciones están creciendo, creemos firmemente que las enseñanzas de la colección Emociónate serán de utilidad para:

  • Reducir el fracaso escolar, mejorando la motivación de los alumnos.
  • Dar forma a la autoridad desdibujada en las familias y los centros educativos.
  • Activar mecanismos de cambio que ayuden a recuperar en los alumnos el interés y la sensibilidad necesarios para definir valores nuevos.